El interés del plazo fijo subió recientemente y los inversores quieren colocar dinero en este vehículo de inversión para rentabilizar pesos. Cómo hacerlo
Los depósitos a plazo fijo son de las alternativas de inversión más escogidas por los argentinos. Debido a esta gran popularidad, muchos se preguntan cuál es el interés de un plazo fijo y qué banco paga mejor tasa.
Para resolver estas y muchas otras dudas más, desde iProfesional armamos una guía completa y didáctica, ideal para toda clase de ahorrista e inversor.
En la actualidad, debido a las nuevas normativas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), la entidad monetaria encargada de controlar el entorno bancario local, las tasas de interés de los depósitos a plazo fijo son del 39%.
De esta forma, así quedan las tasas de interés de los plazos fijos en los diferentes bancos del país para clientes, expresadas en tasa nominal anual (TNA):
Si bien los bancos brindan simuladores para saber cuál será el interés exacto de un plazo fijo, es importante aprender a calcularlo a través de unas simples fórmulas.
El interés nominal anual es la cantidad de dinero exacta que obtendríamos por colocar un plazo fijo durante un año entero.
Por otro lado, el interés nominal mensual será la ganancia nominal que obtendríamos en un mes. Para calcularlo, hay que obtener la tasa nominal mensual que surge de dividir por doce la tasa nominal anual.
Si la TNA es de 39%, entonces la tasa nominal mensual será 3,25%, por lo que el interés nominal mensual alcanzará los $3.250 en caso de invertir $100.000.
Por último, el efectivo anual será el beneficio económico de realizar un plazo fijo a un año, pero reinvirtiendo los intereses mensuales.
Si el capital inicial es $100.000, la tasa nominal mensual es del 3,25% y el plazo es de doce meses, entonces el interés efectivo anual será de $46.784, aproximadamente, ya que: 100.000 x (1 + 0,0325) ^ 12 = 146.784.
Por la nueva reglamentación del BCRA, todos los bancos ofrecen un piso en la tasa de interés, y en el caso del plazo fijo del Banco Nación, no hay una prima de recompensa, por lo que también es del 39% nominal anual.
Al igual que el Banco Nación, el Banco Provincia también ofrece una tasa nominal anual del 39%. Y si se reinvierten las ganancias mensuales, la tasa efectiva anual ronda el 46%.
El Banco Macro, el segundo banco privado más grande del país por capitalización bursátil, también brinda una tasa de interés de plazo fijo del 39% anual nominal y del 46% efectiva anual.
El plazo fijo es uno de los vehículos de inversión más escogidos por los argentinos, principalmente por las dos grandes ventajas que ofrece:
Lo más atractivo del plazo fijo es la sencillez con la que se invierte. Solo basta con entrar al home banking y hacer un par de clics en la parte de inversiones. Algunas plataformas son más intuitivas que otras, pero todas son muy sencillas de utilizar.
A su vez, el plazo fijo también brinda un interés fijo, es decir, una ganancia asegurada. Salvo que exista un grave problema económico que imposibilite a los bancos a devolver el dinero, la ganancia y el capital están garantizados por las entidades bancarias.
Sin embargo, a pesar de la accesibilidad y la ganancia asegurada, los plazos fijos conllevan una serie de desventajas que hay que contemplar:
En primer lugar, el interés es negativo en términos reales, lo que quiere decir que no logra vencer a la inflación.
Por otra parte, el plazo fijo tiene una baja liquidez, ya que hay que inmovilizar el capital por, al menos, 30 días, lo que no permite liquidar el capital de emergencia en caso de que la situación lo amerite o exista un problema personal que demande tal dinero.
A su vez, el plazo fijo tiene un alto costo de oportunidad porque existen otras alternativas de inversión más rentables que demostraron rendir más históricamente.
Hacer un plazo fijo es muy sencillo, pero, aún así, el BCRA detalló algunas recomendaciones a tener en cuenta:
Si el interés del plazo fijo resulta bajo y no permite incrementar el capital por no vencer a la inflación, siempre es posible colocar el dinero en un plazo fijo UVA.
Por otra parte, la caución bursátil también es una buena alternativa al plazo fijo convencional, ya que brinda un interés similar, pero una mayor liquidez.
La caución bursátil es un préstamo entre privados que se ejecuta a través de un intermediario. En este vehículo financiero existen dos partes: el colocador y el tomador.
Lo más atractivo es que se puede realizar desde un día (en lugar de 30 días como el plazo fijo) y que la tasa de interés es muy similar.
Con la suba de tasas de interés del BCRA, muchas personas comenzaron a preguntarse si hacer un plazo fijo es rentable o no.
El momento ideal para hacer un plazo fijo es cuando el dólar libre baja, porque la ganancia podrá perder contra la inflación, pero permitirá comprar más cantidad de la divisa estadounidense.
Por ejemplo, en octubre de 2020, el dólar blue se conseguía por $195. Posteriormente, para sorpresa de muchos, el tipo de cambio informal se desplomó un 24% en solo 18 días. Contemplando los 30 días posteriores al máximo, la caída fue del 17,5%.
En octubre de 2020, con un dólar de $195, $100.000 equivalían a USD 512. Al cabo de un mes, el capital y los intereses de un plazo fijo sumaban $102.660, pero el dólar costaba $161, por lo que el inversor podía comprar USD 637.
De esta forma, conseguía un retorno real de alrededor de USD 124, lo que se traduce en una rentabilidad del 24% en dólares.
Si no optan por el plazo fijo, los argentinos escogen el dólar para cambiar sus pesos sobrantes. Ante este comportamiento, muchos se cuestionan si es mejor invertir en dólar o en plazo fijo. La respuesta no es sencilla, ya que todo depende del contexto y de los objetivos y necesidades del inversor.
El plazo fijo brinda una renta asegurada por mes, mientras que el dólar actúa como resguardo de valor. Si el dólar se dispara, la ganancia del plazo fijo se diluye en moneda dura. En cambio, si el dólar cae, el plazo fijo es la mejor alternativa.
Para quienes no quieran hacer plazo fijo por su bajo interés, afortunadamente el mercado de capitales ofrece múltiples alternativas más flexibles y atractivas.
Las acciones representan "porciones" de empresas y pueden comprarse en el mercado secundario de forma rápida, sencilla y económica.
Lo más atractivo es que tienen mucho potencial de crecimiento, pueden repartir una renta trimestral en concepto de dividendos y permiten invertir en diferentes sectores, como biotecnología, bancos, salud, etc.
Por su parte, los bonos corporativos u obligaciones negociables son instrumentos financieros de renta fija que consisten en deuda que emiten las compañías y que los inversores adquieren a cambio de una tasa de interés. A diferencia de un plazo fijo, los intereses suelen ser más altos y distribuidos en diferentes formas.
Los fondos comunes de inversión son vehículos financieros muy completos, permiten invertir en varios activos al mismo tiempo y son sumamente líquidos. Algunos se enfocan en acciones, otros en bonos, otros en plazos fijos mayoristas y otros en todo junto.
Fuente: Gonzalo Andrés Castillo, para iProfesional