La auditoría forense aplicada a hechos de lavado de dinero

La auditoría forense permite reunir y presentar información financiera, contable, legal, administrativa e impositiva, de una forma que será aceptada por la justicia de un...

La auditoría forense permite reunir y presentar información financiera, contable, legal, administrativa e impositiva, de una forma que será aceptada por la justicia de un país contra los perpetradores de un delito económico. Por lo tanto, existe la necesidad de preparar personas con visión integral, que faciliten evidenciar especialmente delitos complejos como lo es el lavado de dinero.

Todos los países miembros del Grupo de Acción Financiera Internacional, FATF (GAFI) están obligados a establecer leyes tipificando el lavado de dinero, y establecer en sus leyes el delito autónomo de lavado de dinero. Esto quiere decir que el delito de legitimación de un capital mediante cualquier acto, se constituye en lavado, aunque la proveniencia de los fondos no necesariamente este ligada al narcotráfico. 

Todo capital proveniente de un acto ilegal, y que sea manipulado, mediante cualquier modalidad para integrarlo al sistema financiero de un país, o incluso al sistema financiero internacional mediante transferencias electrónicas y triangulaciones en diferentes sociedades fantasma o de fachada o bancos off shore para evadir las investigaciones y seguimiento de capitales, se denomina lavado de dinero. Sin embargo todavía existen países no cooperantes o paraísos fiscales que se niegan a cambiar sus leyes locales y fortalecer sus políticas anti-lavado.

En la Auditoria Forense aplicada a la investigación del lavado de dinero se parte de la base de que el delito financiero es un delito de inteligencia realizado por personas que aplican los más sofisticadas procesos para evitar los controles en el sistema financiero y es una técnica para la investigación y judicialización de delitos de lavado de dinero mediante una metodología que se ajuste a las leyes en la materia y a los procedimientos del sistema de justicia de cada país, evitando cometer errores que podrían anular las evidencias y contaminar las pruebas que serán presentadas como base para establecer los cargos o acusaciones. 

Se denomina criminal ejecutivo a la persona capaz de desarrollar las modalidades o metodologías para cometer un delito con gran capacidad de inventiva, enorme capacidad económica, mucho poder y de muy difícil detección e identificación, ya que se esconde detrás de testaferros, empresas de fachada, nombres ficticios y conoce perfectamente las leyes o se asesora de expertos legales, para diversificar sus inversiones en países o jurisdicciones que ofrecen protección a sus intereses. 

La auditoría forense por lo expuesto es una auditoría especializada que debe enfocarse en la prevención y detección del lavado de dinero a través de un sistema preventivo y otro detectivo. La Auditoría Forense Preventiva debe estar orientada a proporcionar la evaluación y/o asesoría respecto de su capacidad para disuadir, prevenir (evitar), detectar y reaccionar ante el lavado de dinero, mientras la Auditoría Forense Detectiva debe estar orientada a identificar la existencia de lavado de dinero mediante la investigación profunda del mismo llegando a establecer entre otros aspectos los siguientes: cuantía, efectos directos e indirectos, posible tipificación (según normativa penal aplicable), presuntos autores, cómplices y encubridores. Los resultados de un trabajo de auditoría forense detectiva son puestos a consideración de la justicia que se encargará de analizar, juzgar y dictar la sentencia respectiva y decomiso de activos. 

Toda auditoría forense requiere de un equipo multidisciplinario, bajo la dirección de un investigador a cargo y con experiencia, debidamente autorizado y acompañado por el oficial de cumplimiento en materia de lavado de dinero de cada organización pública o privada. Las Unidades de Información Financiera a nivel mundial tienen una gran falencia, y es la de la falta de personal o investigadores altamente especializados en el delito de lavado de dinero, incluso en los EE.UU, que ha estado siempre a la vanguardia en este tema. 

El lavado de activos está muy lejos de ser controlado, y mucho menos erradicado, ya que existen ganancias sustanciales provenientes de delitos que necesitan ser legalizadas mediante la penetración de los sistemas financieros, para luego repatriar esos capitales a sus verdaderos beneficiarios, que son aún más difíciles de investigar. 

El futuro de la Auditoria Forense, como técnica de investigación, tiene muchos desafíos por delante, y en este sentido se necesita mucha más información y capacitación para que profesionales en este campo puedan acceder a estos programas y servir en sus países como expertos.

Escribe: Andrés Riportella - Socio por el Departamento de Consultoría de SMS - San Martín Suarez y Asociados

Fuente: ámbito

REFORMA